Vamos con la segunda entrega: Mejoras en el carro orientable.
1) Pulido de las cuñas y las guías del carro orientable. Ajuste de las cuñas.
2) Cambio del tornillo de su manivela y de los tornillos de ajuste de las cuñas.
En los primeros meses de mi etapa como propietario de un mini torno fui lector compulsivo de la página de Frank Hoose,
www.minilathe.com. Quizás debo añadir el calificativo de sufrido lector, porque a mi escaso conocimiento del inglés se unía mi pobre vocabulario en el campo de las máquinas herramientas. Escaso en castellano, pero nulo en inglés.
En las primeras lecturas de la página de Frank, y de otras páginas en inglés, me fue muy útil el diccionario técnico online de la siguiente página:
Al principio parece que está incompleto, porque sólo vemos algunas entradas, pero si bajamos hasta el final de la página se pueden ver todas las entradas posibles de cada letra.
Frank propone hacer el pulido de cuñas en el propio torno. Yo os sugiero que desmontéis el carro orientable y sujetéis su base, mediante dos tornillos de madera, en un tablero al que tengáis poco cariño. Si os ponéis a la tarea comprobaréis que todo se embarra bastante con el abrasivo. Además, hay que hacer varios lavados intermedios con agua y jabón. En mi opinión, esto es un riesgo para el torno que se puede evitar fácilmente.
La foto siguiente es de un montaje que hago para esta ocasión y no del apaño de hace varios años.
En el primer plano de la foto está el montaje y detrás el tubo de pasta de pulir que yo utilicé, la "Metal Polish" de "Alusol". También se puede ver el bote de la pasta de "Mothers" que Frank aconseja. Esta última a mi me pareció demasiado fina lo que hace el proceso mucho más largo. Supongo que hay otras alternativas que quienes conozcan las técnicas de pulido podrán sugerir.
Antes de nada un consejo para la operación de desmontar el carro: CUIDADO CON LAS CUÑAS. Son muy quebradizas y, al caer al suelo o al forzarlas, se pueden romper.
El desmonte puede hacerse de dos maneras:
a) Desenroscando completamente el husillo y separar la parte superior moviendola hacia nosotros (Atención, en este momento es cuando se pueden caer las cuñas). Después tendremos que soltar la manivela, las dos piezas del nonius y el propio husillo.
b) La otra opción es empezar por desmontar la manivela y el nonius. A continuación, desenroscar las tuercas y extraer la parte superior del carro (Atención, en este momento es cuando se pueden caer las guías). Después queda soltar la base del carro transversal, desenroscando los dos tornillos que la sujetan, y desenroscar el husillo de la base.
En la segunda foto se puede ver el despiece completo del carro orientable. También se pueden ver los dos tornillos rosca madera que sujetan la base del carro orientable al tablero.
Un breve inciso para hablar de el
cambio del tornillo de la manivela. Es el que está arriba y a la derecha de la foto, veréis que no es el original. Es del mismo paso pero de cabeza redondeada en vez de cilíndrica. Si hacéis el cambio notaréis que vuestros nudillos chocan menos veces con dicho tornillo y, si alguna vez lo hacen, el roce es mucho más suave. La propuesta de este cambio también es de Frank Hoose.
Volvamos al pulido. Primero se sujeta la base al tablero con firmeza, como siempre, sin pasarse. A continuación se untan con pasta pulidora las partes de las guías y de las cuñas que van a estar en contacto, se instala la parte superior del carro en su lugar sobre la base, de la misma manera que se coloca en el torno, y se ajustan las cuñas.
Para
ajustar las guías, igual que se hace cuando el carro orientable está en el torno, se empieza por apretar a tope pero sin pasarse, el tornillo central. Después se afloja un cuarto de vuelta y se afirma con la tuerca correspondiente. A continuación se hace lo mismo con los dos tornillos laterales. El carro se debe mover pero con una leve resistencia.
Ahora viene el vía crucis. Yo me pasé una tarde, carro adelante, carro atrás. Una buena música y un tema de reflexión profundo puede aliviar bastante. La verdad es que yo no pude reflexionar demasiado. Al poco de empezar sólo tenía en la cabeza que tenía que diseñar un sistema de biela manivela motorizado que me redimiese de la siguiente sesión de pulido.
Cada vez que notéis que el movimiento se hace fácil tenéis que ajustar los tornillos de nuevo, empezando, como siempre por el del centro.
De vez en cuando hay que separar la parte superior, cuidando que no se caigan las cuñas, y observar el trabajo realizado en las guías y las cuñas. Veréis zonas ennegrecidas y otras que todavía tienen la pasta de color blanco. Estas últimas son las que todavía no están en contacto íntimo. En ese momento podéis lavar todo y empezar el proceso de nuevo: más pasta, apriete y carro adelante y atrás.
¿Cuando se acaba?
Como dice Frank, esto no es un proceso del todo o nada, se pude hacer un poco un día y más adelante reiniciar la tarea. Pero no hay que pasarse con el ajuste porque un ajuste demasiado perfecto expulsaría el aceite de engrase. Digamos que conviene dejar algunos "socavones" para que sirvan como como reservorios para el aceite. La clave es lograr que la parte ennegrecida sea más amplia que la parte que todavía se mantiene algo más blanca, tanto en las guías como en las cuñas.
Cuando nos cansemos hay que limpiar a conciencia los restos del abrasivo con agua y jabón. Después un secado minucioso y, antes de montar en el torno, un buen engrase con el aceite que habitualmente usemos en las guías. Yo paré, ya aburrido, pensando que todavía tendría que repetir la sesión pero no fue así. Con una única sesión de pulido, aunque larga, el movimiento del carro orientable se hizo suave y, a la vez, firme.
Para terminar, antes me referí al cambio del tornillo de la manivela. También es aconsejable el
cambio de los tornillos de ajuste de las cuñas por unos espárragos de mayor calidad y con extremo cónico. El acero de los que vienen de origen deja bastante que desear. Además, la punta cónica se ajusta mucho mejor a los alojamientos previstos en la cuñas que las puntas planas de los que, al menos en mi torno, venían de origen.
Espero que todo esto os sirva, y no sólo a los usuarios del MTB 3000. Estoy convencido de que el pulido de cuñas y de guías es una operación puede ser ventajosa para todos los tornos chinos que adolecen de ajustes finos. Carencia que es razonable si tenemos en cuenta, por un lado, su precio y, por otro, las horas de trabajo necesarias para hacer todas estas tareas.
Saludos cordiales.