Bienvenido al foro, Carlos. Te recibe Pepe, sevillano, amante de la arquitectura regionalista e industrial (pero en absoluto chovinista, rociero, capillita o feriante, además de aborrecer el flamenco) y desde Sevilla, ciudad hermana de Kansas City (que no es lo mismo que City-Kansas). Pero a diferencia de esta otra ciudad, Sevilla es la tierra en que nunca hay de "ná" (o si había, se vendió y no se repuso; o se vendió hasta la del expositor y nunca más se pidió; o sólo se encuentra la del expositor pero está muy manoseada; o está incompleta; o le faltan las instrucciones; o está "pedida", pero nunca llegó; o el dependiente te dice que la tuvieron, pero "que la están esperando"; o se ha perdido en el almacén y no la encuentran; o es la versión antigua; o está caducada; o te dicen que "...eso no existe", cuando tú tienes una igual; o te venden un artículo equivocado, pero no te das cuenta hasta que llegas a casa; o la tienda está cerrada en un horario inhabitual; o es verano, Feria o Semana Santa y está cerrada; o la tienda está cerrada desde hace mucho tiempo y la han trasladado a un polígono que nadie sabe dónde está; o te dicen que es muy rara y no la vas a encontrar, pero casualmente en la tienda de al lado no hay ningún problema; o te dicen que la tienen que pedir fuera de España, cuando una vez anterior no hubo ningún problema en encontrarla; o tiene un precio tan abusivo que piensas:"q.l.d.p.c."; o te toca el dependiente que no sabe, o el torpe y te dice que no la tiene -cuando si te hubiese despachado otro, seguro que la encuentra-; o te toca el dependiente que sólo articula monosílabos (¿eehhh?, ¡no!); o al tío no le da la gana de buscarla y te dice que no la tiene. Por eso, solicito para Sevilla el nombre de la "Tierra de María Faltísima", a diferencia de mi compatriota Benito Más y Prat que la bautizó como la "Tierra de María Santísima", por su vocación Mariana.
"Para nada vale llorar, ni reír, ni rugir, ni indignarse, ante los fenómenos de la naturaleza, y ante las acciones humanas; importa mucho discurrir, ejercitar nuestra inteligencia, para entender las cosas" .- Benito Spinoza.
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