Un apunte a lo dicho, que por cierto, es muy interesante...!
Si mecanizas con herramientas de corte de acero HSS al cobalto-vanadio-molibdeno (las más habituales, vaya...), tienes la ventaja de que las puedes afilar como una navaja, lo que te permitirá hacer cortes de muy poca profundidad, sin que la cuchilla "resbale" por la superficie de la pieza. Pero utilizar este filo exige que suavices el radio en la punta, para que no se clave en la pieza y la raye. (me refiero a la punta al final de la herramienta, que se ve al mirar desde arriba).
Si mecanizas con insertos recambiables, cuyo afilado es mucho menor que el de cuchillas HSS, tienes que tener en cuenta que principalmente mecanizan arrancando la viruta (más que cortando), y por lo tanto la profundidad del corte ha de ser mayor en cada pasada. Si la profundidad es pequeña, el inserto frotará la pieza, rayándola, pero no cortará el material de la superficie.
Es decir, las herramientas HSS eliminan el material principalmente por corte de material, mientras que los insertos lo hacen principalmente por arranque de viruta. Esto condiciona totalmente la forma de trabajar.