Mi padre en los años 50-60, tuvo un tractor Lanz. La potencia creo recordar era de 36 Hp y el motor, monocilíndrico horizontal de algo así como 3 litros de cilindrada. Era una cosa realmente extraña porque el arranque era pendular. El motor de arranque actuaba hacia adelante y hacia atrás alternativamente hasta vencer la compresión de un cilindro diesel tan grande. Esto hacía que a veces el motor arrancase en sentido inverso. En este caso, en el panel se encendía una luz roja para que no metieses una velocidad y te estampases cotra lo que hubiese detrás. Para compensar, en el cigüeñal, llevaba un enorme volante de inercia que servía tambien para arrancar manualmente.
Tengo malos recuerdos de ese tractor, porque un día que íbamos a devolver una máquina de pulverizar herbicida alquilada, en un cruce en la calle Real de Burgos de Valladolid, se nos cruzó un crío con una bici y al dar un volantazo para esquivarlo, volcamos. Yo iba sentado en la aleta del tractor y salí depedido. Desde el suelo, veía que el tractor seguía volcando y que la rueda grande se me venía encima. Afortunadamente, se detuvo antes. El que conducía, quedó debajo del tractor aprisionado entre el asiento y el suelo, pero ambos salimos ilesos.