Manolo, al precio que cobran por cada uno de esos cáncamos de inox, te has ahorrado una pasta. Pero como dice TOR, hace falta maestría para soldarlos.
La furgoneta y tu taller están tan limpios que se pueden comer papas en su suelo. De manera parecida a lo que le pasó a eiaonin, yo tengo presente el chorreo de mi padre una vez lo llevé en mi primer coche quien, al tiempo que levantaba las perneras del pantalón para que no le rozasen en el suelo, dijo de manera despectiva: ¡¡aquí se pueden plantar patatas!!
Aclaración: papas es una palabra gallega que se refiere, no a las patatas, sino a un cocimiento de harina, en leche o agua, tan pegajoso que tiene la virtud de quedarse pegado al plato o a cualquier cosa que se le aproxime. Era una cena habitual que, sí había posibles, se comía con leche y azúcar por encima.
Saludos cordiales