Aparte de lo que te han dicho, yo te diría que el acero inoxidable hay que mecanizarlo con decisión. La herrramienta tiene que estar sacando viruta constantemente. Si le das el avance a mano y dejas de avanzar un momento, se produce fricción entre la pieza y la herramienta y por lo tanto, calentamiento. Este calentamiento hace que el cromo que contiene el inox forme con el oxigeno del aire oxido de cromo, que es muy duro. Al intentar avanzar de nuevo, primero hemos de romper esa capa de oxido de cromo que se ha formado, lo que es muy dificil.
Por lo tanto, como norma general hay que tratar de lograr un corte lo más frio posible. Para ello:
-Herramienta que corte muy bien. Filo lo más agudo posible y por supuesto, en perfecto estado.
-Refrigerante, lo más que se pueda.
-Velocidad de corte, más bien baja.
-Avance, más bien alto.
-Si tu torno lo tiene, avance mecánico. Si sólo tiene manual, trata de mantener el avance lo más constante posible y de no parar nunca.
-Profundidad de pasada, lo que tu máquina y el grueso de la pieza te permita, pero más bien alta.
Si logras mantener un corte frío, el inox se puede tornear "casi" como el acero no inox. Como ejemplo, te pongo unas piezas que suelo hacer yo de AISI 304. Uso plaquitas CNMG, como la que se ve en tu foto (pero con el filo nuevo

) Como las hago de tarde en tarde, no tengo plaquitas específicas para inox, uso las normales para acero. Las condiciones de corte son:
-Velocidad de corte 180 m/min (es diametro 60 mm, luego unas 1000 rpm.)
-Avance 0.35 mm/vuelta
-Profundidad de pasada 4 mm. en diametro.
Como se ve, son condiciones de corte respetables, pero es que todo está a favor: Máquina robusta y potente, taladrina en grandes cantidades, pieza de 60 mm. de diametro y 50 mm. de largo...
Lógicamente, no te recomiendo estas condiciones de corte, lo que quiero es que quede claro lo que te decía al principio: Que con el inox hay que ser decidido. En este caso, un exceso de prudencia es contraproducente.